Los riesgos de la automedicación: Un asunto de salud universal

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En la última década, se han realizado diversos estudios acerca de la automedicación y el autodiagnóstico. El autodiagnóstico es el reconocimiento que se realiza por sí mismo de una enfermedad y la automedicación es la ingestión de medicamentos de venta libre o controlados por iniciativa propia.

Este fenómeno ha sido motivo de análisis por parte en diversas universidades e instituciones en países como Brasil, Argentina, Venezuela, España y México. A partir de sus investigaciones, sabemos sobre los más comunes denominadores de la automedicación, los motivos que propician la misma, así como las consecuencias irreversibles que conlleva.

El principal motivo para automedicarse es la presencia de síntomas leves o conocidos. Los factores más importantes que influyen en el autodiagnóstico son:

  1. Económico: las personas buscan la solución de menor costo. Por tanto, si tienen que pagar por recibir atención médica, desplazarse o perder mucho tiempo, prefieren buscar alternativas de forma autónoma.
  2. Sociocultural: las personas, principalmente en México, son muy susceptibles a dejarse influir y aconsejar por conocidos, amigos y familia. Incluso a veces parece que las recomendaciones de conocidos son más válidas, se implementan con mayor frecuencia y causan mayor adherencia que las de los médicos.

En México, la automedicación es una práctica recurrente, y según un estudio realizado  por la Revista Mexicana de Ciencias Farmacéuticas, el porcentaje más alto de automedicación ocurre en mujeres adultas y en personas con menor acceso a servicios de salud, así como estudiantes de ciencias de la salud, de la rama farmacéutica, paramédicos y estudiantes de medicina. En estos grupos, es prioridad dirigir programas de educación sanitaria para evitar la automedicación.

Los medicamentos que más se auto recetan son:

  • Analgésicos y antiinflamatorios: como paracetamol, ibuprofeno, naproxeno, ketorolaco, aspirina, e incluso, corticosteroides tópicos (en la piel) o sistémicos (vía oral o inyectados), entre otros.
  • Antibióticos: es menos frecuente ahora que son expedidos sólo con receta en México, sin embargo, como el número de medicamentos que se venden en la farmacia no corresponden exclusivamente al periodo de tiempo por el que se indica el tratamiento, sino dependen de la presentación del producto, las personas se quedan con medicamentos de tratamientos previos y los usan cuando lo creen conveniente. 
  • Antiácidos: omeprazol, ranitidina, subsalicilato de bismuto, hidróxido de aluminio y magnesio en suspensión o tabletas masticables, etc.

Una de las principales consecuencias de la automedicación son los efectos adversos en el sistema gastrointestinal por no considerar las dosis y frecuencia del tratamiento. Además, otras consecuencias incluyen:

  • Enmascaramiento de una enfermedad y retraso en la asistencia médica en casos en los que es realmente necesaria
  • Aparición de reacciones adversas, alergias y aumento de la resistencia a antibióticos
  • Riesgo de abuso o dependencia a los medicamentos 

Por tanto, aunque haya muchos medicamentos de venta libre, es de vital importancia acudir al médico. La incertidumbre es alta al automedicarse y puede poner en riesgo la vida.

En Clínico, podemos ayudarte prevenir los riesgos de la automedicación. Agenda tu cita, te esperamos.

 

Referencias

Sánchez-Bermúdez, Claudia (2012). Análisis de la automedicación como problema de salud. Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. https://www.medigraphic.com/pdfs/enfneu/ene-2012/ene123h.pdf

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